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¡A PONERSE LAS ALPARGATAS! China vaticina empeoramiento de la crisis económica en Venezuela

La opinión de la agencia de calificación, que cobra particular relevancia en Venezuela debido a los estrechos vínculos económicos entre Caracas y Pekín, advierte sobre el rápido deterioro de las finanzas públicas en el país sudamericano, en un escenario agravado por la falta de acción gubernamental.

Dagong Global Credit Rating Venezuela - Agencia de Riesgo en China vaticina empeoramiento de la crisis ecooomica

La escalada de los riesgos económicos amenaza la estabilidad política de Venezuela y el clima para la amortización de deuda tiende a deteriorarse”, declaró en su informe Dagong Global Credit, la principal agencia de calificación de riesgo del país asiático.

Según la agencia, Maduro había logrado superar el período de agitación política derivada de haber ganado las elecciones por estrecho margen en el 2013.

“Sin embargo, la ineficacia que el gobierno muestra en el trato con el desequilibrio estructural de la economía y el deterioro de los resultados de seguridad social han resultado en un creciente descontento de la población con el gobierno, lo que hasta cierto punto debilita el fundamento del gobierno. En consecuencia, el riesgo de inestabilidad política en el futuro aumenta”, advirtió.

El pronunciamiento de la agencia deja entrever que los efectos de la crisis económica que aflige a Venezuela apenas comienzan, incluso cuando los residentes del país ya padecen la más alta tasa de inflación del mundo y una escasez de productos sin precedentes en la historia reciente del país.

Es una situación que ha estado golpeando sostenidamente la popularidad del chavismo.

Según una encuesta de la firma Hernández Hercón publicada el viernes, el 78.3 por ciento de los venezolanos considera que las cosas en Venezuela van por mal camino, frente a un 19.3 por ciento cree que van bien.

La percepción negativa es compartida en todos los estratos sociales, al tiempo que un 75.6 por ciento de los consultados dijo creer que la situación no va a mejorar.

Y la mayoría de los venezolanos responsabiliza a Maduro personalmente por la crisis, en una proporción de 60.1 por ciento, frente a un 10.2 por ciento que atribuye la culpa a la Revolución del Siglo XXI, un 7.2 por ciento señalando que recae en la corrupción y un 7.1 por ciento que cree pertenece a la oposición.

Esos niveles de impopularidad eran impensables hace un par de años, cuando el presidente Hugo Chávez estaba con vida.

La mayoría de los analistas económicos colocan la crisis en el colapso del modelo petropopulista implementado por Chávez, cuya Revolución del Siglo XXI, desmanteló la producción nacional hasta su más mínima expresión a través de políticas hostiles a la actividad privada, mientras al mismo tiempo aumentaba desmedidamente el gasto público y la dependencia de las importaciones.

Los economistas habían pronosticado el colapso del modelo para la segunda mitad del 2013, ante los insostenibles niveles del déficit del sector público consolidado –equivalentes a 20 puntos del PIB– y el estancamiento de la renta petrolera, en un explosivo escenario cuya detonación había sido retardada primero por los altos precios del petróleo y luego por gigantescos niveles de endeudamiento.

Es un escenario que requiere de grandes correctivos, incluyendo la eliminación del control cambiario (que implicaría una megadevaluación) y grandes recortes del gasto público, que deberían incluir un recorte de los subsidios que el chavismo otorga dentro del país y el masivo subsidio a la economía de Cuba y de otros países del Caribe.

Maduro lleva ya varias semanas adelantando que está por introducir algún tipo de correctivos.

Pero estos podrían ser demasiado tímidos y tardíos. “Debieron de haber hecho este ajuste al menos hace ocho o diez meses”, comentó Alejandro Arreaza, economista para América Latina de Barclay’s Capital.

Se pudieron haber beneficiado allí del impulso que tenían después de haber ganado las elecciones municipales, que le dio una breve oxigenación al gobierno, mientras que la oposición se veía bastante disminuida”, comentó Arreaza.

El tema es que no lo hicieron, y si aplicas las reformas hoy, te va a tomar al menos un año en recuperarte”, agregó.

Y no haberlo hecho significa que los venezolanos tendrán que pagar un costo mucho más alto para cuando eventualmente sí tomen los correctivos, explicó.

Entre tanto, al severo cuadro de escasez e inflación se suman el alarmante deterioro de las reservas internacionales y la pesada carga de la deuda.

En su evaluación sobre la economía venezolana, Dagong Global Credit mostró preocupación sobre el gigantesco gasto gubernamental cuando la deuda del gobierno representa 52.2 por ciento del PIB y enfrenta proyecciones de que superará el 60 por ciento para el 2018.

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