La poca disponibilidad de alimentos en Venezuela no distingue raza, religión, ni preferencias políticas. Tampoco excluye a la red de supermercados del Estado, donde no se hallan muchos de los productos esenciales de la canasta básica.
El de El Mío visitó el viernes 14 de marzo, a las 2:30 pm, las instalaciones del abasto Bicentenario ubicado en el centro comercial Judibana de Puerto La Cruz, donde el panorama no era distinto.
Allí varios de los estantes están tan pelaos como rodilla ‘e chivo. En muchos de sus pasillos no se encuentran alimentos tan demandados como café, leche, huevo o harina, por mencionar algunos, pero en su lugar los estantes están llenos de productos que no son tan importantes o buscados por la mayoría de la gente.
Ese es el caso del pasillo 1, donde sólo hay utensilios de cocina, vasos y platos desechables de diversas marcas.
En otro de los pasillos, donde en viejos tiempos se ofrecían productos de higiene como afeitadoras y papel higiénico, los anaqueles están repletos de costosos removedores de manchas, cloro y jabón.
Fuera de
En el Bicentenario del Judibana, cerca del elevado porteño, no funciona ninguna de las neveras, por lo cual alimentos refrigerados como carne, pollo, pescado y jugos tampoco se dejan ver.
Una trabajadora del establecimiento, quien omitió su nombre por temor a ser despedida, aseguró que las máquinas refrigeradoras se encuentran dañadas desde finales del año pasado y las están reparando.
Cada vez que al abasto llega alguno de los productos escasos, se dejan ver largas colas de personas, quienes pasan horas afuera del centro comercial para lograr comprar.
Misión
Según su portal web, la misión de los abastos Bicentenario es “garantizar el acceso oportuno y la disponibilidad suficiente y estable de alimentos, servicios y productos de calidad a precio justo, para dar cumplimiento a lo establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en materia de Soberanía y Seguridad Alimentaria”.
Fuente: El Tiempo Vía Visión Global.