El 9 de marzo, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) entregó al Consejo Nacional Electoral (CNE) una carta para solicitar la planilla y recolectar firmas correspondientes al 1% de los electores inscritos para activar el referéndum revocatorio, y a partir de allí comenzar con el calvario.
Composición Maduradas.
La misma solicitud la repitieron el 7 de abril y finalmente el 12 de junio hasta que el CNE cedió en la primera parte de su plan de retraso y saboteo, porque no solo se han inventado límites de tiempo sino también reglas no estipuladas desde un principio.
Aquí ocho conchas de mango que lanzó el CNE, con información de El Estímulo:
1. Los tiempos
El Consejo Nacional Electoral se guía por el reglamento publicado en la Gaceta Electoral número 405, de diciembre de 2007, pero no todo está contemplado allí. Los tiempos no tienen límites escritos, por lo que queda a libre interpretación del directorio del CNE.
El CNE solo dio un lapso de 30 días para la recolección de las casi 198 mil firmas y aunque la MUD recogió 1,8 millones en menos tiempo, el CNE se inventó unos días extra para revisar las rúbricas. Todo para retrasar el proceso.
En el caso de que todo salga bien y se ratifique lo necesario, el CNE tendrá 20 días hábiles para revisar y confirmar todo. Ya será el 26 de julio cuando eso. Luego el CNE tendrá dos días hábiles para emitir una constancia de presentación: 28 de julio y a partir de ahí, 15 días continuos más para revisar y emitir la resolución de la procedencia del evento. Además de otros 15 días para que la Junta Nacional Electoral proponga al directorio del CNE los centros donde se recolectarán el 20% de las firmas.
Suponiendo que el 1º de septiembre se tenga ese 20%, la Junta Nacional Electoral se tomará 15 días continuos para verificar los datos recogidos de las 4 millones de firmas. Después de eso el Poder Electoral tendrá tres días, cerca del 20 de septiembre, para convocar el referendo revocatorio presidencial en un lapso no mayor a 90 días continuos. Es decir, los últimos días de diciembre, en el peor de los casos.
2. Límite de fecha
El revocatorio debe darse antes del 10 de enero de 2017 para poder destituir al gobierno de Nicolás Maduro. De lo contrario, si hubiese revocatorio después de esta fecha el Vicepresidente Ejecutivo deberá completar el mandato hasta 2019.
3. Errores de base
Después de la revisión del 1% dieron por inválidas más de 600 mil firmas porque el nombre de Nicolás Maduro o el del cargo de Presidente de la República en el encabezado de la planilla estaban mal escritos, por ejemplo. Cosa que pudieron evitar el CNE si hubiese dado las planillas con los encabezados listos.
4. Descalificación del analfabeta
En todos los casos en los que la mala escritura de algo fue culpable de la invalidación se determinó que tuvo que ver con que los transcriptores entendieran la caligrafía del firmante. A pesar de que los derechos electoral de analfabetas están establecidos desde 1947 hubo firmas que descalificaron por tener una caligrafía “plana”.
5. Procesos creados
A pesar de que esta determinación no está en la ley, del 13 al 17 de junio podrás “arrepentirte” de haber firmado para el 1% y el 20% de la segunda fase, cuando llegue a darse.
6. Piedras en el camino
Solo habrán 4 días para los que desean ratificar su firma y decisión, a pesar de que muchos tendrán que trasladarse largas distancias para poder llegar hasta la capital del estado en el que votan.
7. Trabas para invalidez
Si tan solo uno de los estados del país no ratifica el 1% de los firmantes, el proceso queda invalidado, aunque el reglamento solo habla de porcentaje nacional.
8. “Alteración del orden”
Los tiempos se calculan en base a que no cambie nada según lo dictado por la rectora principal del CNE, Tibisay Lucena: “cualquier agresión, alteración del orden o generación de violencia conllevará a la suspensión inmediata del proceso hasta que se restablezca el orden, la tranquilidad y el respeto”. Aunque esto tampoco este contemplado en la ley.