El gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, parece ser un experto en el arte de la ilógica. Decir incongruencias ha sido su pasatiempo desde que la supuesta masacre de 28 mineros -y posterior desaparición de los cuerpos- causó escándalo en los medios.
Créditos: franciscorangelgomez.net
Este miércoles, tras varios días de búsqueda, Rangel Gómez, reiteró que no se ha conseguido “absolutamente ninguna evidencia hasta al momento”, aunque no descarta que exista un problema. ¿Ah?
Mientras tanto el Defensor del Pueblo, Tareck William Saab, afirmó que las investigaciones preliminares “aportaron una serie de elementos probatorios que determinan que, efectivamente, se cometieron hechos punibles, al margen de la ley, tipificados como delitos graves en el código penal”, reseña Elcooperante. ¿Y entonces? ¿Qué lado del Gobierno dice la verdad?
Recordemos las ilustres declaraciones de Rangel Gómez: “Yo desde un principio negué lo que se estaba diciendo. No hemos negado jamás que esté ocurriendo una situación muy complicada”, un completo desorden.
Como lo asegura César Miguel Rondón en uno de sus editoriales, la incongruencia del gobernador no tiene nombre. “El lunes insistió: ‘No hay desaparecidos’. El martes cambió su declaración. Le cita Contrapunto.com: ‘Rangel Gómez ratificó su certeza de que hay sectores políticos involucrados en los sucesos que se han reportado en la población de Tumeremo’. ¿Qué tal si se pone de acuerdo, general, o es una cosa o es la otra? No puede ser que primero niegue la masacre para luego afirmar que hay sectores políticos (seguramente opositores) involucrados”, sentenció Rondón.