El venezolano siempre ha sido de ganarse el pan de cada día con el sudor de su frente, echándole pichón y como dicen, rompiéndose la espalda. Toda nación se ha forjado con el trabajo consistente y honesto de su pueblo pero la vida del venezolano se está yendo cada vez más cuesta arriba mientras más aumenta la inflación y la escasez.
El venezolano vive hoy en día en necesidad, y es la necesidad lo que hace que muchos venezolanos tengan que tomar medidas deshonestas para poder vivir en medio de la crisis… o ganar plata de ella.
Y así surgió el bachaqueo
Rogelio pasó de ser un carterista y ladrón de celulares a convertirse en un bachaquero, asegura que corre menos riesgos y vive más tranquilo. Desde hace un año y medio se dedica a revender productos de primera necesidad; su casa parece un supermercado, maletas van y vienen con los más buscados, es osado para mostrar lo que vende, incluso a otras ciudades.
El bachaqueo es una actividad ilegal que cada vez toma más fuerza en Venezuela. Consiste en revender los productos básicos que generalmente están ausentes en los supermercados y por los cuales los ciudadanos hacen largas colas para adquirirlos.
El término bachaquero no se aplica necesariamente a los contrabandistas que llevan productos de un país a otro, sino también a las personas que compran en un supermercado y revenden a domicilio o en mercados informales.
«Trabajar por un sueldo mínimo es pa’ bobos»
“Para qué voy a estar robando si con el bachaqueo, organizándome bien, saco reales y es más fácil y rentable. Trabajar por un sueldo mínimo es pa’ bobos. Te voy a poner un ejemplo: cuando yo me voy para los mercados del este, donde la mayoría de las veces no piden cédula para comprar, logro sacar el mismo día hasta tres pacas de harina P. A. N. Compro el bulto en 400 y lo vendo en 2.500 a la gente que hace empanadas o arepas”, explica Rogelio, quien prefiere mantener en el anonimato su apellido.
El presidente de Datanálisis calcula que con una inversión de 400 bolívares en productos regulados, un bachaquero puede obtener unos 5.600 bolívares al momento de revenderlos, esto es, 14 veces más de lo que pagó inicialmente por los productos con los precios fijados por las autoridades, reseña Runrunes. Esto significa que si completa tres veces por semana esa operación, puede ganar al mes alrededor de 60 mil bolívares, cantidad equivalente a ocho salarios mínimos.
En Venezuela se desconocen las cifras de inflación correspondientes al año 2015. En 2014 este indicador cerró en casi 70% y actualmente el dólar paralelo ya se ubica en más de 700 bolívares.