Para un país como Venezuela, que lo tiene todo, playas paradisíacas, montañas, selvas, zonas desérticas, llanos y pare de contar, el turismo es una industria que debería poseer un peso considerable en la economía nacional. Sin embargo, a pesar de todos los atractivos naturales que hay en el país, los problemas socio-económicos y políticos han provocado una caída libre en ese sentido. Mientras tanto, el Gobierno de Nicolás Maduro, a través del Ministerio para Turismo, encabezado por Andrés Izarra emprendieron una campaña para publicitar a Venezuela como un país “chévere”. “Nuestra meta es llegar al millón de turistas que nos visitan desde otros países, pero creo que eso lo lograremos para la próxima temporada”, afirmó el ministro, y consideró que 2014 sería el año del “despegue del turismo”.
El portal de El Venezolano resaltó tres razones que convierten a Venezuela en un destino no tan «chévere»:
- Crimen desbordado
Los analistas del tema aseguran que los elevados índices de inseguridad sumados a un ambiente hostil a la inversión debido al poco respeto contra la propiedad privada impiden que Venezuela sea una potencia turística, según reporta el diario mexicano Excelsior.
Trino Márquez, sociólogo de la UCV, recordó a este medio que en 2013 la tasa de homicidios ascendió a 24 mil, lo que lógicamente proyecta al exterior la negativa imágen de ser un país inseguro y peligroso. “Es imposible que Venezuela se vaya a convertir en un destino turístico atractivo mientras exista este clima de inseguridad. Además, nadie va a invertir con este esquema del Socialismo del Siglo XXI”, dijo el catedrático.
Cabe recordar que el hampa, que queda impune la mayoría de las veces, cobró la vida de la ex Miss Venezuela y actríz, Mónica Spear y su esposo Thomas Berry, a principios de este año, mientras la pareja, junto a su hija Maya viajaban por Puerto Cabello.
Lamentablemente las víctimas no solo son criollas. “Los hechos violentos en el país en los que se han visto involucrados turistas extranjeros pesa más en el mundo que la construcción de un nuevo aeropuerto, por ejemplo”, dijo Julio Arnaldes, director de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representación Turística.
-
Control cambiario
A esto se le suma la disyuntiva del tema cambiario que desde 2003 está instalado en Venezuela. El dólar oficial tiene un valor de 6.30 bolívares por dólar, 11.60 a turistas, mientras la moneda estadounidense se cotiza a casi 70 bolívares en el mercado negro.
Por esta razón Venezuela resulta caro al tipo de cambio oficial, lo que disuade a los turistas extranjeros y hace que viajar al exterior sea artificialmente barato para los venezolanos, que pueden usar un cupo de tres mil dólares anuales al precio oficial. De manera que resulta preferible, incluso para los venezolanos, practicar el turismo externo, porque pueden usar un cupo de tres mil dólares anuales al precio oficial y vender el dinero que les quede en el mercado negro.
En 2012, presidentes de las corporaciones regionales de Turismo, de los estados Lara, Nueva Esparta, Zulia, Miranda y Táchira, tras analizar la situación del sector en una reunión que sostuvieron en San Cristóbal, afirmaron que “el gobierno del presidente Chávez raspó al turismo en el país”.
“La falta de divisas, que se ha convertido en espada de Damocles para las líneas aéreas privadas nacionales, imposibilitadas de renovación de sus flotas o de simple dotación de repuestos para el mantenimiento del parque existente, con los peligros que esto acarrea para los usuarios del transporte aéreo nacional. También, la falta de rutas entre los destinos y los polos emisores, obliga al tránsito obligado por Maiquetía, con todas las quejas sobre seguridad, retrasos y otros aspectos que pesan sobre esa terminal internacional”, afirmaron a través de un documento en aquel entonces, desde cuando la situación solo se ha agravado.
- Cultura de servicio
Marilucy Beltrán, presidenta de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (AVAVIT), señaló a la AFP que además de los problemas que se escapan del control de los ciudadanos, tambien hay deficiencias en el servicio en restaurantes y hoteles.
“No existe la cultura de que yo tengo que darte un buen servicio y que a mí también me va a beneficiar. Tenemos que cambiar la mentalidad”, aseguró. Ante todas estas cuestiones, el potencial natural del territorio venezolano es innegable, pero todo el potencial del mundo resulta fútil si no se administra y se encausa de una manera práctica y efectiva.
Comparte esta nota entre tus contactos y déjanos saber tu opinión al respecto.