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¡PAÍS DE CONTRASTES! BBC Mundo muestra la otra cara de la crisis en Venezuela

Venezuela es un país de paradojas: parece hecho de retazos disímiles, como un collage. En medio de tanta precariedad y necesidades básicas insatisfechas, es difícil imaginar que todavía hay ciudadanos que gozan de poder adquisitivo, que viven con holgura y, lo más insólito de todo, aún permanecen en el país. Un reportaje especial de BBC Mundo revela cómo vive la clase alta en Venezuela.

Composición: Maduradas / Foto de la izquierda: AFP

Composición: Maduradas / Foto de la izquierda: AFP

A continuación reproducimos íntegro un fragmento del trabajo firmado por Juan Paullier:

Es viernes en Caracas. Su hijo se despide y el padre se persigna: «¿Qué voy a hacer?», pregunta. ¿Encerrarlos?».

Golpeada por la inseguridad, la noche venezolana ha perdido vigor pero sigue siendo Venezuela, donde el alma caribeña y la fiesta a flor de piel perviven.

Este empresario de 50 años habla con BBC Mundo desde su casa en El Hatillo, una acomodada zona residencial de la capital.

Accede a conversar, pero por motivos de seguridad prefiere que su nombre no salga publicado.

Su hija también salió este viernes. Le mandará un mensaje cuando ya esté junto a sus amigas.

Más que la escasez de alimentos o medicamentos, la falta de seguridad en Caracas —que tiene una de las tasas de homicidios más altas del mundo— es quizás donde los más pudientes sienten el deterioro de la situación del país.

Se vive con el miedo constante a que pase algo, pero no por ello se deja de vivir.

¿Cuándo Venezuela se hizo tan violenta?

Decidido a seguir disfrutando, este empresario todavía frecuenta sus restaurantes preferidos y esta noche va a unos de los lugares más exclusivos del país: el Lagunita Country Club, un sitio donde la membresía puede alcanzar los US$100.000. Aunque no es socio, lo invitan sus amigos.

Hasta hace no mucho ganaba hasta US$30.000 al mes, pero ahora no llega a mil luego de que la producción de su compañía cayera un 90% en los últimos tiempos.

Dice que es resultado de las trabas impuestas desde el gobierno y a que prefirió hacer las cosas por derecha aunque se viera afectado. Mantiene su estilo de vida gracias a otros negocios en el exterior.

«¿Sabes por qué esto no termina de explotar?», me comenta un amigo suyo, whisky en mano, cerca de la pista de baile.

«Porque aun en esas colas la gente tiene esperanza… esperanza de llevarse algo de comida, el día que ni es esperanza quede, esto termina de reventar«, agrega.

Este amigo, que durante años trabajó en la bolsa de valores y ahora disfruta coleccionando arte, admite que podría vivir en su casa en Miami pero dice que, pese a todo, quiere vivir en Venezuela.

Es una de varias personas, de distintos estratos, que creen que cuanto peor la situación, mejor: que «todo tiene que terminar de explotar para que empiece el largo camino de la reconstrucción».

Siga leyendo este trabajo de Juan Paullier en BBC Mundo.

¡Los venezolanos vivimos, además, en medio de contradicciones! Deje sus comentarios

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