Hace ya diez años en una multitudinaria marcha en contra del gobierno de Hugo Chávez un hombre llamó la atención de todos. Portaba un inusual papagayo que llevaba escrita la palabra libertad. El hombre marchaba en silencio. El enorme papagayo hablaba por él. La gente le sonreía, le tomaba fotos, lo aplaudía. Desde entonces hasta el asfalto de hoy no hay concentración o marcha de la oposición donde Rafael Araujo y su papagayo no estén. Su ingenio ha transformado un emblema universal de la infancia en una herramienta de protesta y reflexión, así lo describió Leonardo Padrón en su artículo «El señor del Papagayo».
El hombre del papagayo nació en Timotes, estado Mérida. Hoy vive en La Candelaria. Estudió arte en la escuela Cristóbal Rojas. Cuando el profesor Petrovsky se jubiló, él se retiró. “Soy inconstante y necio. Cuadro que no me gusta, lo rompo. Siempre he estado en la búsqueda, y en la búsqueda me quedé. Entonces apareció el papagayo”
Sus famosos papagayos llegan a medir hasta 30 de altura, y lucen colores llamativos con mensajes que despiertan la conciencia del venezolano. Se pasean por las calles pero también por las redes sociales. Las personas le piden detenerse para tomarse una foto. «Con el papagayo soy otra persona, me transformo. Sin él, soy un ser anónimo», asegura Rafael.
Sus frases muestran de manera jocosa la realidad del país. En diez años, ha creado más de 6 mil papagayos.
El señor de los papagayos asegura que ha guardado sus armas de protesta. Podría hasta hacer un libro, o una exposición con los papagayos, asegura.
El hombre detrás de los papagayos que hacen temblar al gobierno, por El Nacional:
En el video cuenta sobre sus anécdotas, una de ellas fue cuando participó en una carrera celebrada en Los Caobos, zona que él cuenta es completamente oficialista y que ninguna persona de oposición se atreve a acercarse. Llevaba él su papagayo cuando de repente una patrulla de la PNB se le atravesó, pensó que lo detendrían pero en realidad los agentes querían tomarse una foto con él y su papagayo. En otra ocasión una patrulla de la antigua PTJ le hicieron señales de apoyo.
Su protesta es pacífica
Cuenta que el papagayo en su mano pareciera intimidar a la guardia y oficialistas, porque lo ven e inmediatamente les hace pensar en los niños volando papagayos. Se aprovecha de eso y se acerca mucho a las barricadas él sólo y se posa con su papagayo frente a ellos.
Muchas personas le gritaban o le preguntaban si le pagan por eso, él con picardía responde que le pagan más que a los cubanos o es pagado por su amigo el presidente de EE.UU, Barack Obama.
Habla también sobre cómo es reconocido con mucho aprecio cuando se encuentra en la calle, otra anécdota que cuenta es que muchas veces se le acercan y le dicen “señor, yo a usted lo conozco desde hace mucho tiempo pero nunca lo había visto”
Su pintor favorito es Picasso. Cree en su famosa frase: “El arte es una mentira que nos acerca a la verdad”.