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¿CUÁL LIBERTAD? Sebin allanó casa y amenazó a forista de Aporrea que publicó incendiario artículo

Al Gobierno no le gusta la crítica, muchos menos si viene de personas dentro de sus propias filas. La intolerancia cada día se hace más evidente.

Funcionarios del Servicio de Inteligencia (Sebin) allanaron la residencia de Pablo Jiménez Guaricuco, autor del incendiario artículo «En Venezuela pareciera que no hay presidente», publicado originalmente en la página web Aporrea.

Sebin-allanamiento

Referencial.

El autor del artículo realizó una nueva publicación que tituló «Por escribir en Aporrea se te puede aporrear…», en la que denunció que fue visitado en su casa por funcionarios policiales del SEBIN quienes allanaron su casas en busca de un supuesto servidor y queriendo hacer preguntas sobre el artículo redactado. «No escribas esas cosas, te vas a meter en problemas» le decían al tiempo que revisaban cada esquina de su vivienda.

Expresa Jiménez Guaricuco en su denuncia que “…aunque no expresé ningún tipo de llamado a la violencia ni a ninguna actividad irregular o ilegal , fue tarde en la noche cuando recibí una visita, muy discreta, pero poco deseada: personas vestidas de civil, con carnet, que poco dejaban ver y que manifestaban pertenecer al SEBIN. Me indicaron que deseaban visualizar en mi vivienda qué tipo de servidor poseía y querían hacerme varias preguntas sobre el artículo en cuestión. Con mucho temor, debido a la tensa situación política que vivimos hoy en día, les abrí y sólo les comenté: “revisen, yo no tengo ningún servidor, pero les agradecería que revisen mi nevera y coloquen en el reporte que no poseo ni carne, ni charcutería y hay pocos alimentos en la misma, revisen los chorros y constaten que tampoco tengo agua…”

Describe Pablo Jiménez que quienes le visitaron varios funcionarios armadas, uno de ellos con chaqueta y membrete del SEBIN y las otras con vestimenta civil ordinaria.

Las recomendaciones y amenazas

Igualmente, dice el autor, que “dicha visita fue amedrentadora, por lo sorpresiva, por lo tarde en la noche que se realizó y por la negativa de los personajes a identificarse formalmente. Pero nunca fue violenta. Es más, el tono de los funcionarios siempre fue condescendiente, donde se repetían muchas veces oraciones como: ‘no te metas en líos’, ‘¿para qué escribes eso?’, ‘evita este tipo de problemas y preocupaciones a tu familia’, ‘escribir y meterte con gente pesada no trae nada bueno’ y cosas por el estilo.”

Señala que “en otra ocasión intenté denunciar una situación parecida, por otros escritos y acudí ante la Fiscalía, pero me dijeron que si no tenía nombres no podía denunciar, y solo fue la Defensoría del Pueblo quien tomó el reporte, pero nada hicieron”, denuncias y diligencias sobre las cuales envió soportes.

Reflexiona el autor que “no es posible que cada vez que alguien levante la voz para dar su opinión, su crítica, sea calificado de ‘traidor’, de ‘terrorista del teclado’ o con algún otro calificativo negativo por parte de las autoridades, transformándolo en un enemigo público de un cuento conspirativo sin pies ni cabeza, pero cuyo mensajes reiterados en todos los medios oficiales son captados como líneas o directrices a seguir por los más radicales para que actúen conforme a ello, a los que muchas veces ni pueden controlar” y que “no es posible que cada vez que alguien critique al gobierno sea desde dentro o fuera del chavismo se le arme con todo el peso del aparato de propaganda del Estado un expediente persecutorio y se le dedique una campaña de difamación solapada de intriga para dañar su moral y se le cercene cualquier capacidad de respuesta.”

Desde el Equipo de Aporrea.org, manifiestan preocupación por hechos como el denunciado por uno de sus autores:

«Manifestamos nuestra solidaridad con cualquier persona u organización que publique, de manera responsable, noticias o artículos en este medio de comunicación popular, dentro del marco de la ley y del derecho a la libre expresión, y que pueda ser objeto de retaliación, presión o amedrentamiento, desde cualquier instancia o aparato del Estado, lo que constituiría una acción al margen del orden constitucional y de las garantías que ofrece nuestra legislación, además de constituir un abuso de poder y estar reñida con la construcción de una democracia revolucionaria.»

«Inquieta mucho que se haya producido este suceso por cuanto han ocurrido otras situaciones a raíz de denuncias y comentarios públicos hechos por el mismo autor del artículo en cuestión. Aún en el caso de que no se tratase realmente de funcionarios del SEBÍN, el hecho de portar armas y una chaqueta oficial de ese organismo de seguridad, sería algo muy alarmante, pues indicaría una actuación parapolicial delictiva. Sea como sea, los hechos merecen ser investigados. Esperamos las debidas y oportunas explicaciones para el agraviado y para este medio que publicó su artículo de opinión, así como para el resto de los autores y autoras que debaten en estas páginas sobre los asuntos de interés común relacionados con la situación de la patria, del mundo y de la revolución bolivariana.»

Con información de Aporrea.

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