Aunque la sede de Daka en Boleíta se encuentra cerrada al público tras ser ocupada por el Estado, sigue realizando operaciones financieras. Sin embargo, empresas de servicios que recibieron cheques emitidos por Daka el pasado martes reclamaron que estos rebotaron al intentar ser cobrados.
Ante las protestas, fuentes de la institución respondieron que las cuentas fueron congeladas.
Entre tanto los empleados se encuentran cumpliendo horario en la sede, atentos a un próxima apertura.
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