En Venezuela hay políticos sinvergüenzas, cínicos, infames, despreciables y Nicolás Maduro, quien para desgracia de los venezolanos sigue atornillado e indolente en la presidencia mientras el país se cae a pedazos.
Presidente Nicolás Maduro. Foto: AP
Muy envalentonado, como quien se sabe dueño y señor de todo, dice, grita, insulta, baila, ríe, canta, ofende, humilla, bromea sin medirse y hace lo que le da la gana. ¿Y Conatel? Bien, gracias. Porque el ente rector de las telecomunicaciones en el país, como todos los demás organismos del Estado (a excepción de la Asamblea Nacional), le dice amén a todo lo que salga de la boca de Maduro.
Este 23 de febrero, en una cadena nacional de radio y televisión transmitida en horario infantil, el mandatario no tuvo reparo alguno en decir que él es un «jodedor». Claro que no es la primera vez que usa un lenguaje reprochable.
Ya en ocasiones anteriores ha dicho cosas peores, groserías y palabras inaceptables. Lo que indigna es que, mientras Maduro se jacta de ser un «jodedor», en Conatel miran hacia un lado, se hacen los sordos y se ocupan de censurar CNN (por todos los medios posibles) y a cualquier canal de noticias que al gobierno le resulte inconveniente.
Redacción Maduradas
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