¡Devastadoras! Así son las palabras que se escuchan de los niños venezolanos cuando se les pregunta si comieron en sus casas antes de ir a la escuela. Algunos niños solo comen en las escuelas porque no hay comida en sus casas; otros, por ejemplo, dejan de comer en la escuela para llevarse esa comida a la casa y compartirla con sus familiares.
“A veces compran harina para hacer arepas y yo llevo comida para que comamos”, estas palabras no son de una ama de casa o de un padre de familia. Son las palabras de una niña que prefiere aguantar hambre durante el día para llevarse la comida que le dan en el comedor a su casa y compartirla con su madre y su hermana.
El hambre en Venezuela ataca todos los frentes: ya no son solo los adultos quienes deben preocuparse por la escasez y la falta de comida, ahora hasta los niños toman preocupaciones que no deben tomar a tan corta edad a causa de una crisis que está destruyendo al país y a sus habitantes.
La infancia se diluye en la crisis. No olvides dejar tu comentario
Redacción Maduradas