No quiero utilizar estas líneas para cuestionar ni a Giordani, ni a Vanessa, considero que en cada caso tenemos que ponernos sus alpargatas. Intento ponérmelas y me digo, quizás en la misma situación, yo que también me considero 100% chavista, hubiese tenido la misma respuesta. Como a todos durante estos días, a mí también me asaltan infinidad de preguntas:
¿Cuál es el límite que tenemos que conservar los chavistas de línea dura para preservar lo que hemos construido en esta intención revolucionaria?
¿Cómo entender la lealtad?
¿Ante qué cosas debo callar, en nombre de la lealtad?
¿Significa que para preservar el proceso yo tengo que callarme y ser sumisa, complaciente y lo que es peor cómplice, ante irregularidades que conscientemente sé que no contribuyen positivamente, por muy comprometido que me encuentre en las funciones que cumplo?
¿Cómo es, No estamos construyendo cuando hacemos público nuestros desacuerdos?
¿Será que tanto Giordani, como Vanessa no le están dando al proceso la oportunidad de redireccionar? A costa de ser tildados de traidores y otros epítetos. Quizás para ellos este paso, nada fácil, representa otro sacrificio en su bien ganada carrera como revolucionarios. Sus antecedentes así lo evidencian.
¿Será mejor para el proceso que el pueblo continúe observando cómo salen y entran Ministros y otros funcionarios, sin conocer las razones de su salida? Cuando entran generalmente son muy alabados y en la salida de muchos, ya estamos acostumbrados que nos den una excusa que lo menos que puedes pensar es ¡Qué pasaría con este señor o señora! Quedando insatisfechos con la somera explicación y para más, te cambian a Ministros que han comenzado a hacer bien su tarea, para ocupar las vacantes y no nos dan la oportunidad de ver la concreción de lo iniciado por aquél; nos asignan a otro, quien en algunos casos no le da continuidad y nuevamente se comienza en cero, sin la oportunidad a que maduren los procesos.
¿Estaremos como pueblo sintiéndonos excluidos, en esta Democracia Participativa? A veces tenemos esta sensación.
¿Será que necesitamos que otros Giordani y Vanessa den un paso adelante, para corregir situaciones que no estén ayudándonos a lograr esta revolución? si es así, bienvenidos sean.
¿Será que esto que estamos viviendo, es la antesala hacia una nueva etapa en nuestra experiencia revolucionaria, donde tengamos que hablar más con ese nuestro pueblo, sobre los aciertos pero también sobre los desaciertos? si es así, bienvenida sea.
Esta experiencia para mi representa una gran oportunidad que el Universo en comunión con nuestro Comandante Chávez, nos está regalando para corregir lo que sea necesario, a tiempo. El pueblo intuye que no todo es bonito, pero no se lo dicen y eso le da desconfianza.
Presidente Maduro me pongo en sus alpargatas, pero gane tiempo.
Por: Ruth Cueto / Aporrea.org