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¡DIRECTO AL INCAPAZ! «Presidente, pregunte a sus ministros cómo tenemos la inflación MÁS alta»

Luis Vicente León, economista venezolano y Presidente de Datanálisis, en su acostumbrado artículo de opinión publicado cada domingo en el diario El Universal, se dirigió al Presidente de la República Nicolás Maduro, con rimas y de manera muy clara, lo invitó a sentarse con su equipo y reflexionar sobre los problemas económicos que enfrenta el país, del mismo modo, narró los problemas que día a día viven los venezolanos a causa de la inflación y el desabastecimiento.Ministros-de-Maduro-Gobierno-3

A continuación el articulo completo aquí:

Presidente, me dirijo a usted respetuosamente para pedirle que reflexione, con su equipo, sobre los problemas económicos que vive el país. Cuestione los resultados que le han entregado sus ministros, no sólo en términos de las variables macro, todas desbarajustadas, sino con respecto a la pérdida severa de calidad de vida de la población a la que usted se debe.

Exija a sus hacedores de política económica que le expliquen, sin discursos rimbombantes que escondan en histrionismo los errores cometidos, por qué han sido incapaces de rescatar los equilibrios y han permitido que el país llegue a la situación deplorable en la que está.

No vengo a criticarlo, Presidente. Lo he hecho antes y lo haré después, como también lo respaldaré abiertamente si tiene la valentía de hacer lo que hay que hacer. Pero no es esa mi intención de hoy. Vengo a ayudarlo a retar a los suyos para buscar soluciones. A compartir las inquietudes de un venezolano común, que se encuentra desconcertado ante el monstruo de la inflación y el desabastecimiento.

Pregúntele a sus ministros cómo es que llegamos a tener la inflación más alta de América Latina y por qué las medidas que han tomado (controles de precios, fiscalizaciones, cierres de fronteras, intervenciones) sólo han empeorado al enfermo.

Y si le responden que es por culpa de la guerra económica, y usted de verdad se los cree, póngalos en una esquina con orejitas y sombrero de cono y castíguelos por incapaces de abordar esa guerra con tino. ¿O le parece normal que después de tanto tiempo, la situación haya colapsado y el cuento sea el mismo?

Lo invito, Presidente, a que vayamos de compras sin que algún funcionario suyo le prepare la visita. Si entramos en un supermercado, se dará cuenta que uno de nosotros tendrá que ponerse directo en la cola para adelantar, mientras el otro intenta comprar haciéndose paso entre el gentío, el desorden, el sucio y la agresividad.

En los anaqueles conseguirá productos no regulados en marcas que ni recordará. De los esenciales, en cambio, con suerte encontrará alguno que en ese momento acaban de tirar en el piso empleadosaterrorizados por la idea de que una turba desesperada se jale los moños para agarrar. Al salir, un par de horas después, el periplo apenas comenzará.

Podemos escoger entre seguir el tour de supermercados y abastos o tirarnos cuatro horas en la cola en Mercal. O podemos pasar por los buhoneros y comprar lo que queramos cinco veces más caros que el precio regular. No se preocupe por la prohibición que le recomendaron tirar. Si algo es seguro en Venezuela, es el mercado informal.

Eso si, ruegue que en el camino, no nos vayan a chocar, porque el carro se quedaría varado meses… porque repuestos no hay. Y si decide sentir el calor nacional, lo invito a que vayamos a Maiquetía para un avión abordar. No sabemos cuántas horas puede eso durar y no se sorprenda del estado del avión en el que vamos a volar. Como compensación, tendrá la experiencia de entrar por la puerta cinco, que es más o menos lo mismo que un agujero negro tomar.

Tráigase repelente, Presidente, para los mosquitos espantar. Sin aire acondicionado suele pasar. Eso sí, pídale a algún embajador, que seguro llega mañana llamado a consulta por algún rollo adicional, que le haga la caridad, porque aquí ni Off, ni Avispa, ni na’. Y no queremos riesgos de chikungunya porque acetaminofén tampoco hay.

Podemos seguir con cuidado personal, limpieza y más. Pero creo que con este paneo está bien para empezar.

Vaya entonces a su gabinete y pídales que le expliquen cómo es que Venezuela, otrora imán de la migración mundial, es ahora el país de la inflación, la gente huyendo y el “de eso… no hay”.

Luis Vicente León 

[email protected]

@luisvicenteleon

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