Ahora si nos arreglamos, para comer bien lo que hay es que ser familia de algún recluso de Tocorón, o eso fue lo que dio a entender Ana, cuyo novio tiene 4 años recluido por robo, y aseguró que no sabe lo que es hacer cola porque su automercado es el recinto penitenciario.
“Mi novio, que está preso por ladrón, todos los fines de semana me arma un combo que incluye pasta de dientes, toallas sanitarias, leche, harina arroz, aceite, huevos, champú, carne y pollo», manifestó Ana en una entrevista exclusiva para El Nacional.
Asimismo, afirmó que no tiene que salir a comprar ni hacer cola a ningún supermercado. «Aquí hay de todo. Incluso hago compras y les vendo a mis vecinos, que están desesperados porque no consiguen nada en el San Vicente de Maracay”, reveló.
Un reo indicó que la mayoría de los productos ofrecidos provienen del robo de camiones con alimentos que transitan por la Autopista Regional del Centro, esto es controlado por los pranes que tienen conexiones con los piratas de carretera.
También indicaron que en la cárcel nunca falta la bolsita del Clap, pues los pranes con una llamada ponen eficiente a cualquiera. ¿Qué les parece?
Asegura el reportaje publicado por el diario El Nacional, que la cárcel tiene pequeños locales donde las personas van a comprar como si se tratara de un Mercado Popular.
Al parecer, no solo son los presos los que venden sino personas provenientes de Maracay, Valles del Tuy, Villa de Cura, San Juan de los Morros e incluso Maracaibo quienes le pagan al pran Niño Guerrero el derecho para instalar las mesas y exhibir sus productos. ¿Qué tal?
Con información de El Nacional
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