El gobierno socialista del fallecido Hugo Chávez, que pasó a ser dirigido desde su desaparición por Nicolás Maduro, alberga no sólo a una camarilla de los socialistas descabellados, sino también a uno de los mayores carteles de la droga en el mundo, señaló The Washington Post.
El medio explicó que Hugo Chávez dio a la narcoguerrilla colombiana santuario y les permitió traficar cocaína desde Venezuela a los Estados Unidos con la ayuda del ejército venezolano. Pero desde que un ex-guardaespaldas de Chávez desertó a los Estados Unidos en enero dio a conocer públicamente lo que es el “Cartel de los Soles”.
Leamsy Salazar ha estado cooperando con los fiscales federales de Estados Unidos que están desarrollando procesos penales en contra de una serie de generales venezolanos de alto rango y funcionarios del gobierno. El principal de ellos es el hombre al que Salazar protegía después de la muerte de Chávez: Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional y el segundo miembro más poderoso del régimen después de Maduro.
El día después de la llegada de Salazar en Washington, el diario ABC de España publicó un relato detallado del caso emergente contra Cabello, y el mes pasado, el reportero de ABC Emili Blasco siguió con un libro que pone las denuncias de Salazar y otros desertores, que dicen que el régimen comunista de Cuba y la milicia libanesa Hezbolá se han reducido a la trata de personas. Esto fue seguido por un largo informe la semana pasada en el Wall Street Journal que dijo que el cártel de Cabello en Venezuela se había convertido en “un centro mundial para el tráfico de cocaína y lavado de dinero.”
Cabello ha respondido con la táctica más familiar del régimen: un asalto a la prensa. El mes pasado demandó por difamación a 22 periodistas de tres organizaciones de noticias venezolanas que publicaron relatos de la presentación de informes de Blasco, entre ellos El Nacional, el único periódico nacional independiente. A principios de mayo, un juez impuso la pena que Cabello pidió sin molestarse en celebrar un juicio; el régimen hace mucho se apropió del poder judicial. Los periodistas se les prohibió salir del país y se les ordenó presentarse a la corte semanalmente.
Al igual que muchos líderes de la oposición, el editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero tiene la esperanza de que Venezuela puede resolver su crisis a través de la democracia. Si las elecciones para la Asamblea Nacional año se llevan a cabo este año y el resultado es justo, la oposición debería ganar fácilmente. Pero el plazo de Maduro se extiende hasta 2019 – y los que están en el régimen vinculado al tráfico de drogas, y vulnerable a las acusaciones de Estados Unidos, no se rendirá voluntariamente el poder.
Colaboración The Washington Post vía NTN24.