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¡EN TIEMPOS DE REVOLUCIÓN! Han muerto 1.000 pacientes con VIH por falta de medicamentos

La vida de un paciente con VIH/Sida depende de los controles de salud y medicamentos, entre ellos los antirretrovilares que permiten que la persona pueda vivir retrasando los efectos de la enfermedad. Aunque en Venezuela estos medicamentos deben ser entregados de manera gratuita por los diferentes institutos regionales, la escasez ha afectado la distribución de estas medicinas, indispensables para miles de personas en todo el país.

Créditos: Minerva Vitti / Verónica Mendoza

Créditos: Minerva Vitti / Verónica Mendoza

Pronasida en el estado Lara no escapa a esta situación y luego de meses reportándose fallas en la entrega de los antirretrovirales para los pacientes registrados en la entidad, comienzan a conocerse las consecuencias de las interrupciones de los tratamientos.

Raiza Farnataro y Edgar Arias, directivos de la Fundación Conciencia por la Vida, destacaron que en el país han muerto poco más de 1.000 pacientes por falta de medicamentos antirretrovirales. Se trata de una situación alarmante, por lo cual acudieron a la Defensoría del Pueblo para solicitar que se tramite una audiencia con Tarek William Saab, defensor nacional, pero no han recibido respuesta.

El inventario de medicamentos alcanza hasta junio de este año en Lara, aunque algunos fármacos se han agotado completamente como prezista, isentress y complera, lo que obliga a interrumpir el tratamiento.

El 98% de las personas con VIH es tratada con terapias combinadas, es decir, con uno o más medicamentos. Ante la falta de algún componente lo más recomendado por los especialistas es suspender todo el tratamiento, de lo contrario puede presentarse resistencia al virus de inmunodeficiencia y poner en riesgo la vida de los pacientes. Pronasida tiene registrado casi 5.000 pacientes y 37 pacientes requieren esos medicamentos.

A la carencia farmacológica se le suma el procal, alimento recomendado en la dieta del paciente; y la leche maternizada para niños de madres seropositivos. Tampoco hay kit de bioseguridad y la presidenta nacional de Pronasida, Deisy Matos, informó que “están muy costosos”, detalló Farnataro.

También desde septiembre de 2015 los exámenes de laboratorio CD4, CD8 y carga viral están suspendidos por falta de reactivos. Aunque desde la Fundación Conciencia por la Vida han buscado ayuda internacional para poder paliar esta situación con donaciones de países vecinos, el Gobierno nacional no ha dado el permiso necesario para que estos medicamentos puedan ingresar a Venezuela.

Destacan que el Ministerio de Salud no emitió la orden de compra y una vez que se haga el proceso, la llegada de medicamentos al país demora ocho meses.

En Venezuela, se habla de 62.000 pacientes seropositivos, pero existen subregistros y se calcula que son 500.000 personas que tienen la enfermedad. En Lara se registran entre 20 y 30 casos semanales y muchos de ellos no acuden a conocer el resultado.

La reducción del número de nuevas infecciones por VIH y de muertes por complicaciones asociadas al sida y enfermedades relacionadas luce lejana, pues cada vez las condiciones son más propensas para que se extienda la epidemia.

La meta de los Estados Miembros de las Naciones Unidas era poner fin al VIH en el 2015, pero el haber postergado el diseño de políticas específicas en cada nación de acuerdo a sus realidades, no solo ha retrasado la formalidad del cumplimiento de compromisos sino lo que es peor, ha hecho que la infección por VIH aumente.

Así lo afirmó Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, quién destacó que luego del descubrimiento de los antirretrovirales se pensó que la epidemia tenía un punto de control, pero lo que no se esperaba la sociedad era que sus gobiernos desatenderían los programas de apoyo para estas personas, al destinar recursos insuficientes para el acceso a los medicamentos.

El presidente de StopVIH dio cuenta de la prohibición de la Zona Educativa de ingresar a las escuelas con programas especializados de educación sexual, la prolongada falla en la entrega de antirretrovirales, la fuerte escasez de medicamentos para atacar las enfermedades oportunistas, la falta de apoyo a las madres seropositivas y la inexistencia de leche maternizada para los bebés que nacen con VIH o de madres con VIH.

“Todo esto tiene un solo nombre y es violación al derecho universal a la vida, violación al derecho constitucional de garantizar salud y derecho a nacer en condiciones saludables, por lo que las decisiones no pueden seguir esperando, la urgencia es acelerar la respuesta”.

Rodríguez insistió en que si las condiciones actuales para la atención del VIH y sida no cambian, la epidemia crecerá en los próximos años. Afirmó que las ONG venezolanas han tendido puentes con las instituciones para alcanzar acuerdos, pero la tenacidad del Gobierno Nacional en asumir que cualquier ayuda demuestra debilidad política, no ha permitido avanzar.

Por Marianli Suárez Valera / El Pitazo Lara

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