El mundo del deporte aún llora incrédulo la repentina y trágica muerte del pelotero cubano José Fernández, lanzador de los Marlins de Miami en el beisbol de las Grandes Ligas.
Marcell Ozuna, compañero de Fernández en los Marlins, todavía no cree la muerte del talentoso pitcher: «Creo que en cualquier momento va a entrar por esa puerta (del clubhouse) para darme un abrazo».
«Me resisto a creer que se ha ido tan pronto y me ha dejado solo. Me he quedado sin un hermano», expresó Ozuna.
Fernández no hacía nada sin conversarlo con él, era su confesionario hecho carne y hueso. Ni siquiera cuando le dijo que se iba a dar un paseo en bote dejó de informárselo, e incluso trató de convencer a Ozuna que se fuera con él la noche del sábado para dar un paseo por las aguas cercanas a Miami Beach, reseñó El Nuevo Herald.
«Traté de convencerlo para que no se fuera y le dije que no iría con él, porque me esperaban en casa mi esposa y mis tres hijos», recordó el guardabosques.
Agregó que «todo el mundo sabía cómo le gustaba a José la pesca, lo enfermo que era a eso a y su bote. Llevaba dos semanas sin montarlo. Muchos le dijeron que no fuera».
Antes de irse, Fernández le pidió a Ozuna que si eran las 10 de la mañana del domingo y no lo veía aparecer por el estadio, que lo llamara urgente para evitar quedarse dormido y perder la práctica matutina.
Con información de El Nuevo Herald.
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