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¡ESCÁNDALO! Exdirectivo de Pdvsa sabía de Pudreval y ocultó sus reales en paraíso fiscal

Los papeles de Panamá siguen dando de qué hablar. Se trata de millones de documentos filtrados que evidencian el desvío de fondos a través de empresas extranjeras en paraísos fiscales para facilitar el soborno, tráfico de armas, evasión de impuestos, fraude financiero y tráfico de drogas. Todo un escándalo.

Foto: ABC de la Semana.

Imagen: ABC de la Semana.

En los papeles referentes a Venezuela resalta el nombre de Jesús Villanueva, quien hasta el año el auditor de Pdvsa y que de un momento a otró necesitó «esconder su riqueza». Un año antes de jubilarse, Villanueva quiso obtener un poder para manejar una empresa inscrita en Panamá, a través de una operación que involucró a Suiza y Luxemburgo, todo bajo un entramado diseñado por Mossack Fonseca, firma panameña especializada en crear estructuras internacionales para tapar la riqueza de quienes pueden pagar sus servicios, así lo cuenta el periodista César Batiz, de El Pitazo.

Casi hasta el cansancio sugirieron no tomarlo como cliente. “¿Leyeron bien los links de abajo? Está en la junta directiva de Pedevesa (Pdvsa) junto al hermano del presidente Hugo Chávez, Asdrúbal (…) La posibilidad de un escándalo es demasiado alta (…) Además, no concuerdo en nada con lo que están haciendo con esta empresa del pueblo venezolano”, decía, en mayo de 2009, un alarmado Ramón Fonseca, socio fundador de la firma Mossack Fonseca, compañía creada en Panamá en 1975, para asesorar a inversionistas en la formación de entramados de empresas internacionales con las cuales evadir impuestos en sus países de origen o legitimar capitales.

En realidad, Asdrúbal Chávez es primo del fallecido gobernante venezolano, pero ese es un detalle al margen. Lo importante es que año y dos meses después, en julio de 2010, Jesús Manuel Villanueva Rojas, entonces auditor general de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), cumpliría su objetivo de obtener el poder para el manejo de una firma panameña que sería utilizada en la movilización de fondos depositados en una cuenta de un banco suizo. Esa meta la logró gracias a un testaferro.

En julio de 2010, tras revocarle el poder que le habían otorgado para el manejo de una empresa llamada Blue Sea Enterprises, Villanueva Rojas, miembro de la gestión de Rafael Ramírez en la estatal petrolera venezolana, no desistió, sino que, a través de su asesor en Luxemburgo, logró que su hija, Anny Josefina Villanueva Silva, fuese autorizada para manejar la firma de ultramar.

CONEXIÓN CON PUDREVAL

En julio de 2010, al mismo tiempo que se aprobaba que la hija actuara como testaferro, en Pdvsa se preparaba la jubilación de Villanueva Rojas.

A este hombre que ingresó a la industria petrolera en 1982, lo señalaron de filtrar un informe de auditoría interna entregado el 7 de abril de 2009 al presidente de la estatal petrolera, Rafael Ramírez, que demostraba las irregularidades cometidas en la compra de alimentos para el programa social del presidente Hugo Chávez, denominado Pdval, de acuerdo con lo que escribió la periodista Mery Mogollón en agosto de 2010 en la revista Contexto.

“Ese informe era una carta que tenía bajo el brazo para presionar a quienes creyó le habían dado la espalda al desplazarlo en la directiva de la industria”, comenta una excompañera de trabajo de Villanueva. Otra exempleada de la industria recuerda que antes de su jubilación se le señaló por dudosos manejos en pagos de facturas a proveedores y en la administración de los fondos de fideicomisos de Pdvsa.

Sin embargo, sería el informe del caso Pdval su punto final. Según ese documento hasta mediados del año 2008, Pdvsa utilizó un poco más de 2 mil millones de dólares para comprar un millón de toneladas de alimentos. El informe elaborado por el equipo de Villanueva Rojas reveló que solo 25% de lo adquirido llegó al país, y de ese total solo 15% fue repartido. Además, reportó al menos 180 millones de dólares en sobreprecios por no considerar las mejores ofertas, adquirir productos dañados y sobreprecio en algunos casos de casi 100%. Por otra parte, de las 10 empresas proveedoras contratadas, seis eran intermediarias. Todo esto ocurrió en el marco de una emergencia por desabastecimiento de alimentos.

La revelación de ese documento redactado en 2009 por el equipo de Villanueva, quien no dudaba en presentarse como el ejecutivo que tenía bajo su dominio todas las cuentas de haberes y deberes de Pdvsa, se conoció a mediados de 2010, cuando el hallazgo de cerca de 100 mil toneladas de alimentos descompuestos que había comprado la petrolera estatal a empresas de China, EEUU, Brasil y Argentina, era un escándalo que llevó a la detención de tres funcionarios de la empresa encargados del comercio de esos bienes.

Lea más en: El Pitazo

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