Valentín Arenas Amigó expresó en su artículo de opinión para El Nacional, que las próximas elecciones parlamentarias están perdidas para el oficialismo, asegurando que no fue un político opositor quien confirmó que el régimen tiene perdidas las parlamentarias, apenas anunciadas, sino la presidenta misma del CNE de militancia madurista.
Fue un anuncio “forzado” ante la eminente derrota electoral que intenta evitar con el poco crédito que le queda como presidente del CNE después de haberle prestado su servicio fiel durante años como empleada que es de una revolución fracasada.
Y continúa: Después de tantos años sirviendo al régimen ahora ante la derrota segura que viene se resistió a dar la fecha de las parlamentarias, y cuando no le quedó más remedio que anunciarla porque la dilación era más que elocuente y le amenaza una paliza soberana, no le quedó otra salida que cambiar las reglas del juego sorpresivamente para ver si así cambia también el negativo resultado electoral que como rectora del CNE anticipa tanto para el régimen como por ella.
Durante años el CNE manejó a discreción la voluntad popular, pero esta vez la diferencia es tan grande que le será imposible hacerlo. Esto explica ese anuncio cambiando las reglas de unas elecciones que sabe que están perdidas a ver si con este anuncio de última hora logran recuperar la mayoría de los electores que se pasaron a la oposición. Venezuela se convierte así en un país donde el Estado distribuye entre ambos sexos los candidatos al Parlamento. Si continúa este nuevo criterio revolucionario pronto veremos el anuncio de que un porcentaje de los candidatos que se postulen tienen que ser también “parejas gay” que ahora están de moda para extinguir de una vez la reproducción humana. Por favor… La desesperación ante una segura derrota electoral es capaz de cualquier cosa.
Todo esto confirma que la rectora del árbitro debe estar bien informada de cuál es la realidad, sabe que el régimen tiene perdidas las elecciones parlamentarias, cuyo anuncio por eso retrasó tanto y busca la manera ahora de evitar el desastre que se viene, modificando a última hora las reglas del juego para ver si cambia también el resultado. Lo que no tuvo en cuenta Tibisay es que la mayoría de quienes hacen las colas para encontrar algo que comer son también mujeres, y quienes más lloran cuando les matan a un hijo son también mujeres, por lo que es poco probable que más diputadas apoyen al régimen autocrático y no a la oposición democrática.
Es así como la jugada a última hora del régimen, a través del CNE, le puede resultar negativa y hacer que la diferencia que señalan todas las encuestas favorables a la MUD se acreciente en estos meses que faltan y la derrota sea “histórica”. Confirmando así que la cultura democrática adquirida en las cuatro décadas de democracia venezolana permanece viva en Venezuela para defender la libertad política y el respeto a los derechos humanos.
Mejor vayan buscando el país dónde esconderse.
Profesor de Instituciones Políticas de la UCAB
Con información de El Nacional.