El desastre crece conforme la escasez se agrava en el país, donde las personas han visto en los saqueos un poco de alivio ante el hambre y necesidad a las que el Gobierno las mantiene sometidas sin que existan soluciones al problema de desabastecimiento.
La noche del pasado martes, habitantes de Onoto, municipio Cajigal, en la zona oeste de Anzoátegui, manifestaron contra el desabastecimiento de alimentos y productos básicos, acción que derivó en el saqueo de un galpón de almacenamiento de rubros, allanamientos por parte de cuerpos de seguridad y 24 detenidos.
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“Ya no aguantamos más, la gente está pidiendo comida. Estamos cansados. Hemos visto gandolas salir cargadas de alimentos en horas de la noche. Somos un pueblo que nos estamos muriendo de hambre. Necesitamos respuestas”, dijo Juan Rafael Agostini Coa, uno de los manifestantes.
Previo al saqueo, un grupo de vecinos realizó una asamblea en la plaza El Bambú, con la asistencia de más de 200 personas, y al saber que la alcaldesa de Cajigal, Marisela Taguaripano, se encontraba en uno de los dos galpones, se dirigieron al lugar para exigirle atención en materia de alimentación, pero al parecer la mandataria abandonó el lugar, reseñó El Tiempo.
Al quedar solos los galpones, la multitud se dio cuenta de que había alimentos en uno de ellos y fue saqueado. “Había leche completa, arroz, harina de maíz, aceite y azúcar. Además ya había bolsas preparadas para la venta por el Clap”, dijo otro vecino.
Una residente de nombre Ana Luisa dijo que no cree en los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), pues “sólo distribuyen a pocos. Antes podíamos medio comprar en los abastos por número de cédula, pero ahora este plan de bolsa de comida no funciona. No llegan y las que llegan son excesivamente caras. Por dos o tres artículos se pagan más de 2 mil bolívares y hasta 4 mil”.
Con información de El Tiempo.
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