En Venezuela ya poco o nada sorprende. Una mujer comerciante, identificada como María Eneida Medina, de 57 años, fue condenada a 10 años y cuatro meses de prisión tras ser acusada de prostituir con camioneros a sus propias hijas y a una sobrina de tan solo 11, 12 y 14 años de edad, respectivamente. Las pequeñas lo confesaron todo.
Por el hecho también fueron sentenciadas Maílely Curpa (19) y Noelia García (31), a quienes se les otorgó una pena de cinco años por el delito de cómplices no necesarias.
El proceso legal contra el trío de mujeres comenzó a mediados de agosto de 2012, cuando el cuerpo detectivesco del municipio Sotillo, en Anzoátegui, inició una averiguación por el ingreso de una jovencita de 14 años, con síntomas de aborto, a la emergencia del hospital Luis Razetti de Barcelona.
Tras ser atendida por los médicos e interrogada por la policía científica, la muchacha reveló que una tía la obligaba a acostarse con camioneros y que la misma situación se repetía con sus dos primas.
Una vez en el sitio, los detectives detuvieron a Medina, quien resultó ser la tía de la joven que estaba en el centro asistencial, y la madre de otras dos adolescentes que se encontraban en el local.
En aquel entonces, el caso fue puesto a la orden de la Fiscalía 16 del Ministerio Público, actualmente dirigida por el doctor Tomás Armas, quien imputó a las detenidas por los delitos de trata de mujeres, niñas y adolescentes, exhibición de material pornográfico, trato cruel y complicidad no necesaria. Todas quedaron privadas de libertad y fueron enviadas a calabozos de Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui).
Las tres mujeres optaron por admitir los hechos, por lo que el Tribunal encargado les acordó una menor pena que deberán cumplir en tres retenes de la Policía del estado Anzoátegui.
Con información de: El Tiempo