La ausencia de servicios públicos, agua y luz, son dos de los principales problemas que azota a todas las comunidades del país, rurales o urbanas, al punto que hasta en las instalaciones adscritas al Estado deben tomar las previsiones necesarias para garantizar el normal funcionamiento dentro de las infraestructuras, incluso, en las instituciones que se encargan de la distribución del vital líquido.
Constantes son las denuncias que dan parte de estas irregularidades y que en muchos casos desencadenan en manifestaciones de calle por las horas que deben aguantar las personas sin el servicio de agua, reseña El Venezolano.
Vía El Venezolano.
Sin embargo la carencia más destacada se evidencia en el servicio de energía eléctrica, el cual ha dejado en la oscuridad a más de la mitad del país en varias oportunidades.
Aunado a estas deficiencias, se suma las condiciones en las que labora el personal encargado de mantener operativos estos y otros servicios. Según los trabajadores de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) por ejemplo, no cuentan con los insumos necesarios ni las herramientas adecuadas para realizar mantenimiento preventivo y han advertido en reiteradas oportunidades que el sistema eléctrico venezolano es insuficiente para satisfacer la demanda del país.
Mientras tanto, voceros gubernamentales señalan a factores externos y a presuntos “saboteos” a la red de distribución de agua y luz para generar inestabilidad social en la nación.