Especialista en el tema turístico, la periodista critica las políticas del gobierno para promover las visitas de temporadistas en todo el país.
Durante años Valentina Quintero ha vivido a Venezuela con sus cinco sentidos. Ella, que se ha dedicado a recorrer cada rincón del país, confiesa sentir gran frustración e indignación por la situación actual del turismo, pero también dice estar absolutamente convencida de que la nación puede llegar a ser un destino sostenible, confiable y productivo, reseña TalCual Digital.
«En este gobierno no, pero vamos a llegar a ese punto. Contamos con una geografía que es un regalo de Dios, que aun teniendo el barril del petróleo a $200 nunca lo hubiéramos podido construir».
¿Cuáles son los destinos del país que están en mejor condiciones?
-Siempre va a ser un gran destino irte a la Gran Sabana, pero eso lo tienes que hacer en carro. Margarita tiene una infraestructura importante y buena, pero a veces se dificulta llegar y tiene un problema de desabastecimiento muy grave. Canaima siempre va a ser el destino superior, pero es difícil que consigas cupo porque hay una sola línea aérea que viaja y porque ahorita tienen unos problemas graves de combustible. Entre los estados andinos, probablemente Mérida, porque si sigues hasta Bailadores hay chip para la gasolina. En la costa de Aragua, siempre podrás ir a Choroní, donde hay un montón de posadas. Y el llano siempre va a poder ser una buena opción porque no tiene mayores dificultades.
¿Y los que están en peores condiciones?
-Es que las variables son distintas. Los Roques, por ejemplo, tienes las mejores playas, pero hay solamente una línea aérea que vuela y a unos costos elevadísimos. No te puedo decir un destino que en su totalidad esté bien, es decir, que tenga unas buenas vías de comunicación, que esté bien abastecido, que tenga unos buenos servicios y que puedas llegar perfectamente bien. En este momento en Venezuela no hay ningún destino que cumpla con todas las normas para que sea perfectamente accesible, con toda la calidad de que debería tener un destino turístico.
La ministra para el Turismo, Marleny Contreras, ha dicho que pronto se puede posicionar a Venezuela «como un país turístico multidestino» ¿Esto es posible?
-No hay ninguna manera de que nosotros ahorita seamos un destino multiturístico. Primero, la inseguridad aleja hasta a los mismos venezolanos de viajar por Venezuela; tenemos un sistema de cambio que no le favorece a nadie; estamos cada día menos conectados con el resto del mundo por vía aérea; y la interconexión en el país es complicadísima, casi imposible.
¿Y los anuncios que se han hecho de aumento de vuelos nacionales?
-Hay solamente un aumento a Margarita. Si quieres ir a Canaima hay solo una línea que te puede llevar desde Ciudad Bolívar y lo mismo sucede si quieres ir a Los Roques. Si quieres ir a la Costa de Paria, no puedes ir sino hasta Cumaná porque no hay aeropuerto para Carúpano. Si quisieras ir a la Gran Sabana tienes que hacerlo por carretera porque no hay vuelos para Santa Elena de Guairén. Si quieres ir al Amazonas te tienes que empujar en carro porque no sabes cuándo son los vuelos para Puerto Ayacucho. Yo siempre prefiero viajar en carro, pero ahora se ha sumado una dificultad que son los cierres de las carreteras en los pueblos por protestas.
¿Cómo estamos en comparación con el pasado?
-No ha habido ningún gobierno que le tome en seriedad a Venezuela como un destino turístico y que vea la posibilidad de que pueda convertirse en un destino de turismo sustentable, productivo y confiable. Siempre hemos tenido el petróleo y es mucho más sencillo vivir de eso. Lo que pasaba unos años antes era que había un crecimiento importantísimo porque los venezolanos estaban viajando muchísimo por el país y porque venía gente del exterior, ya que muchos destinos se hicieron importantes.
¿Qué fue lo que pasó?
-Que han dejado de viajar porque hay una inseguridad terrible, porque los costos se han puesto altísimos y porque las posadas que antes eran unos lugares completamente abiertos y maravillosos tuvieron que convertirse en una suerte de bunker con todas las medidas de seguridad del mundo.
¿La inseguridad es entonces el mayor problema del turismo?
-Absolutamente. La gente no se quiere mover por un asunto de inseguridad.
¿Cómo ha afectado el desabastecimiento los servicios de hotelería?
-Todo el que tiene establecimiento turístico ha visto cómo se le han elevado sus costos infinitamente porque nadie que tenga una posada o un hotel puede hacer colas, entonces tienen que comprar en el mercado negro.
¿Ha bajado la oferta?
-Hay muchos que han cerrado o han vendido, pero también hay una contradicción: Hay unos créditos al turismo que son sumamente ventajosos y se han construido un montón de hoteles y posadas. Hay un porcentaje de la cartera crediticia que se la tienes que dar al turismo. Y eso lo puedes ver en Margarita. Pero la pregunta es cómo vas a llenar esos hoteles.