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¡MISERIAS DE LA PATRIA! Tres noches durmiendo en la cola porque no tienen comida en casa

“Yo tengo tres noches durmiendo en la plaza, lo cual es un peligro, pero, ¿quién nos va a garantizar sino nosotros que vamos a poder comprar al día siguiente en el Bicentenario?”, eso afirmó una de las personas que espera con ansias poder adquirir alimentos a precios regulados en el estado Bolícar, porque en casa, ya no hay comida para sustentar a la familia.

Cada vez es más común conseguirse a gente pernoctando sobre cartones y colchonetas improvisadas cerca del local donde efectuarán la compra, algunos hasta se preparan y cuelgan hamacas entre los árboles para pasar la noche con mayor comodidad. Luego de la compra, se puede ver a gente que duerme junto con sus adquisiciones y pertenencias.

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Los niños pequeños y hasta bebés en sus coches no se salvan de las condiciones a las que son sometidos junto con su familia, como lo son el calor inclemente y la lluvia, que los adultos presentes intentan combatir con cartones de gran tamaño forrados en plásticos de bolsa negra.

En la Plaza del Hierro, frente al Abasto Bicentenario del Centro Comercial Zulia, ubicado en Alta Vista, hay ocasiones en las que se pueden contar hasta casi cien personas que comen, duermen, descansan, hablan y conviven en el área con el objetivo de pasar la noche en el lugar o esperar a sus acompañantes quienes se encuentran haciendo cola.

Estado de necesidad

“Yo tengo tres noches durmiendo en la plaza, lo cual es un peligro, pero, ¿quién nos va a garantizar sino nosotros que vamos a poder comprar al día siguiente en el Bicentenario?”, espetó Malvis Muñoz, una de las usuarias del comercio estatal.

“Nosotros estamos luchando todos los días contra el desabastecimiento. Esto siempre es un bochinche (el hecho de hacer la cola para poder comprar en el supermercado). Necesitamos paz y orden, aquí es necesario un punto de control con guardias nacionales, para que ellos aseguren que si la cola comienza desde las 5:00 de la mañana, uno al llegar a esa hora no se encuentre ya con una cola de cien personas por delante”, comentaron Carolina Terán y Yobana Márquez, quienes aseguraron tenían al menos una noche pernoctando en la mencionada plaza.

Las mujeres explicaron que si se llega el mismo día en la madrugada al local es seguro que no podrá comprar algo ese día, ya que hay personas formadas desde la noche anterior y hacen listas para organizarse. “Atienden a 900 personas cada día, pero en realidad solo dejan pasar a 150. Las mujeres que no logran comprar nada muchas veces salen llorando de la impotencia”, comentaron.

Con información de Correo del Caroní.

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