El analista financiero Juan Socías ha expresado que podría desatarse una inflación equivalente al 200% si el Nicolás Maduro toma el camino de inyectarle más dinero de la factura petrolera al Sistema Marginal de Divisas (SIMADI).
Según el presidente del Grupo Soluciones, el déficit fiscal, que acarrea la caída del ingreso petrolero no le permitirá al gobierno seguir ofreciendo dólares a 6,30 o 12 en el mercado cambiario, así publica Noticiero Digital.
A continuación unas breves declaraciones de Socías:
¿Usted cree que el gobierno está en capacidad de sostener las misiones sociales tal como lo ha prometido el presidente Maduro?
Como se sabe, no existen cifras oficiales sobre la materia ni hay credibilidad sobre las que asoman por ahí respecto a la posibilidad de continuar financiando el amplio abanico de las Misiones que el gobierno nacional ha venido sosteniendo en los últimos años. Este financiamiento lo ha hecho a partir de los dólares sobrantes del ingreso petrolero inyectados al presupuesto de gastos de la Nación vía créditos extraordinarios de la Asamblea Nacional.
Eso ya no es posible como consecuencia del único hecho real que se vislumbra como muy probable: la caída a la mitad del ingreso petrolero de este año respecto al 2014. En efecto, dentro de los múltiples escenarios que se barajan, lo único que en este momento aflora como probable es un ingreso petrolero del orden de los 31 millardos de dólares para los próximos doce meses, salvo que el precio internacional del barril repunte significativamente.
Este hecho plantea la pregunta que nos formulamos horas después de que el presidente Nicolás Maduro prometiera desde Margarita, “que la inversión social no bajará” (este año), refiriéndose al gasto que el gobierno dedica al sostenimiento y desarrollo de las Misiones sociales.
Maduro, durante una reunión con pescadores de Margarita, aseguró que “la inversión social no bajará”. Ante la seguridad conferida a la palabra presidencial, quienes investigamos el funcionamiento de la economía, encontramos una sola manera de que la verdad pueda ser cumplida a partir de esta promesa: más dólares de la cobranza petrolera convertidos en bolívares a la tasa Simadi de 190 bolívares, en lugar de 6,30 o 12, y así igualar y hasta superar el monto en bolívares utilizado para financiar las misiones sociales.
Esta medida promete robustez al Simadi al inyectar una mayor cantidad de divisas del ingreso petrolero en ese mercado. En contraparte, esta medida producirá automáticamente una de las más grande devaluaciones de la moneda y por ende una inflación general geométricamente proporcional a su estímulo tentativamente, de 200%.
Ante los resultados que pueden representar en el ámbito de la economía real el cumplimiento de la promesa presidencial, bien valdrá repensarla, y en caso de que no se corrija, será preciso retomar y corregir los estertores de su cumplimiento.