El salón de exhibiciones luce desolado. No hay vehículos, mucho menos clientes. En la puerta principal de vidrio un cartel cumple con la formalidad de anunciar los precios de los vehículos vigentes desde marzo de 2014. Es solo eso, una formalidad. Los cuatro escritorios que antes servían para atender a los clientes están vacíos. La escena en el piso de venta de la Automotriz Yocoima, concesionario Ford, se repite en todas las ventas de vehículos cero kilómetros de Ciudad Guayana y el resto del país.
La baja en la producción de vehículos ha significado no solo un retroceso en la comercialización, sino la eliminación instantánea de cientos de puestos de trabajo de la industria automotriz. De acuerdo con cifras de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), correspondientes a mayo, la producción de vehículos se contrajo 84,75% al pasar de 8 mil 152 unidades en el quinto mes del 2013 a 1.243 carros en el mismo mes de este año. Cuatro ensambladoras -Chrysler, Iveco, Mack y Toyota- estuvieron paralizadas y su producción fue nula.
La merma productiva tuvo repercusión en la comercialización. En un país en el que se llegaron a vender 40 mil vehículos en promedio por mes en el 2007, un año de ventas récord, la caída es abrupta. En los primeros cinco meses del 2014, se vendieron 7 mil 147 carros, apenas 18% de lo que se comercializaba por mes hace siete años.
Sin facturación en últimos meses
Un trabajador de un reconocido concesionario de vehículos cero kilómetros de la zona, que prefirió no identificarse por temor, ha vivido las dos etapas; primero, la del auge de las ventas con las que los clientes resguardaban sus ahorros y, la segunda, signada por la ausencia de unidades.
“Tenemos meses sin facturar vehículos porque no hay (…) la gente cree que ahora acá vendemos mesas”, dice, en alusión a las mesas vacías en fila en las que antes se cerraban los negocios.
El hombre recuerda que antes recibían hasta 100 carros al mes, pero el número fue descendiendo de 20 en 20. “Los gastos se soportan con servicios y repuestos y no dudo que el dueño saque dinero de su bolsillo para mantener el negocio abierto”, reseñó el portal de Actualidad Venezuela.