Aunque el gobernador del estado Táchira, José Gregorio Vielma Mora asegura que tras el cierre de la frontera con Colombia y la declaración de un estado de excepción en 10 municipios del estado, todo se normalizó en Táchira y ya no existen colas para la adquisición de alimentos, la realidad parece ser otra. Colas, anaqueles vacíos y apagones están a la orden del día.
Recorrer el estado Táchira, y en especial los 10 municipios afectados por el cierre, permite constatar que las colas se han agudizado en la región producto del conflicto que se vive entre ambas naciones. En San Cristóbal, ciudad capital, las filas de conductores ávidos de adquirir baterías para sus automóviles, se ha convertido en un verdadero problema, aunado a la escasez de alimentos.
Asimismo, de acuerdo con información de Unidad Venezuela, los apagones se han intensificado, agravando la calidad de vida de los habitantes del estado.
Con información de El Venezolano News.