Tras el cierre de la frontera colombo-venezolana el pasado 19 de agosto,la cúpula del gobierno asegura que la situación de ha normalizado totalmente en el estado Táchira, e incluso su gobernador José Gregorio Vielma Mora afirmó que ya no existían colas para adquirir alimentos. Sin embargo, la realidad parece ser otra, pues colas, apagones y desabastecimiento es lo que denuncian los habitantes de la zona.
A raíz de esto, la diputada de la Asamblea Nacional de Venezuela Neidy Rosal, jefa de la fracción parlamentaria del partido Proyecto Venezuela en el Consejo Legislativo del estado Carabobo (CLEC), adivirtió que el Gobierno ha importado en las últimas semanas 131.844 toneladas de alimentos, para, entre otras cosas, hacer ver que fue efectivo el cierre de la frontera con Colombia argumentando la lucha contra el contrabando.
Rosal estimó que la mercancía que ha llegado alcanza aproximadamente para cubrir la demanda de dos meses y medio. De acuerdo con la diputada, el Ejecutivo intenta “crear una burbuja de abastecimiento alimentario pre-electoral”, porque toda la comida está llegando en este momento, aunado a la estrategia de convencer a la población de que el cierre de la frontera con Colombia ha rendido frutos.
La situación alimentaria en el país es muy preocupante, dijo la legisladora según una nota de prensa reseñada por El Estímulo.
“Hemos visto cómo este año se ha caracterizado por un profundo desabastecimiento que ha traído como consecuencia un modo de vida, que es el bachaqueo. Sin embargo, está llegando a los puertos del país una gran cantidad de alimentos, por eso nos preguntamos, ¿es un abastecimiento real o es un Dakazo alimentario para crear una burbuja alimentaria pre-electoral?”, agregó.
Llamó la atención al Gobierno con respecto a la forma como están negociando la deuda petrolera. Trajo a colación el caso de Uruguay, país al cual se le perdonó el 25% de la deuda a cambio de alimentos. De esa nación llegarán 44 mil toneladas de leche y 12 mil de queso, no obstante, dijo que estos son los productos más caros que está comprando el país, la leche se negoció a 3 mil dólares la tonelada para un total de 132 millones de dólares y el queso a 5 mil dólares la tonelada para un total de 60 millones de dólares, en total 192 millones de dólares solo en productos lácteos con Uruguay, “lo que arroja que la negociación se hizo hasta dos y tres veces por encima del precio del mercado”.
Neidy Rosal enfatizó en la necesidad de que se verifique la utilización que el Gobierno le está dando a los puertos venezolanos, para que no los utilicen como almacenes de alimentos, además de lograr que la comida sea distribuida de forma inmediata para evitar su descomposición.
Con información de El Venezolano News.