El régimen quiere seguir llenando las cárceles de políticos opositores. El Gobierno no oculta su deseo de acabar con la disidencia a través del encierro de los líderes de la oposición.
El presidente Nicolás Maduro tachó de “locura” los sucesos que se suscitaron este martes durante la marcha opositora encabezada por el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski.
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“Solo una minoría obsesionada, llena de intereses grupales, de una oligarquía política y económica, está permanentemente haciendo una agenda para la violencia”, dijo durante su programa En Contacto con Maduro.
Maduro, que no mencionó la represión de la PNB a los manifestantes opositores que intentaron desde Bello Monte llegar al CNE en el centro de Caracas, exhortó a las autoridades encarcelar a “factores conocidos” que, según él, promueven la violencia.
“Hay una agenda que se conoce, que se ve desesperada, de salir a incendiar como sea, ya (…) está el rostro, el nombre y el apellido”, señaló claramente refiriéndose a Capriles, quien fue nuevamente atacado por la PNB con gas pimienta.
Asimismo, el Jefe de Estado, quien regañó a los productores de su programa por transmitir algunas imágenes de la concentración en Baruta, sugirió que Capriles lucía como “drogado” en la marcha.
“Tiene que haber acción del Ministerio Público sin lugar a dudas, porque no se puede estar desobedeciendo la ley permanentemente”, instó el Ejecutivo a los órganos de seguridad a “obrar con firmeza” para “capturar, enjuiciar, encarcelar, y castigar a los factores de violencia que están activándose día a día, factores conocidos”.
Capriles fue repelido el martes por guardias nacionales y policías que lanzaron gases lacrimógenos y balas de goma, cuando junto con políticos y cientos de manifestantes intentaba marchar hacia la sede del CNE.