Venezuela podría estar bien cerca de quedarse sin cajeros automáticos y reponer uno nuevo costaría tanto dinero que quizá ni se considere como posibilidad. Recientemente se conoció que el BCV aumentó hasta 900% las comisiones bancarias para cajeros automáticos precisamente debido a que los costos de mantenimiento hacían cada vez más inviables el mantenerlos activos.
Unas tres o cuatro veces al día deben recargarse los cajeros automáticos (ATM) ante la alta demanda de efectivo en Venezuela, donde su mayor billete alcanza para comprar tres caramelos o donde un cartón de huevos requiere emplear al menos 38 billetes para su adquisición. La alta rotación también incide en la posibilidad de fallas.
Un cajero puede cargar hasta 40 millones de bolívares en billetes de 100, pero esta cantidad se agota en cuestión de horas, y esta constante recarga ha incidido en que 17% de los cajeros y 15% de los puntos de venta del país estén inspirativos y sin posibilidad de ser reemplazados debido a la grave crisis económica que afecta al país.
Las entidades financieras del país también se ven afectadas por la crisis económica y la falta de divisas en Venezuela, hecho que incide en un incremento en los costos y afectación a los usuarios de los servicios bancarios.
Un cajero automático nuevo puede costar entre US$ 25.000 y 45.000. El cajero es importado, así como sus repuestos. Los costos dependen de divisas que en el país son escasas y cada vez más caras, mientras el uso de los equipos se intensifica.
“Un banco grande puede tener más de 400 cajeros y uno pequeño no baja de 60 o 70”, estima. Los equipos nuevos, con tecnología reciente que permite el uso obligatorio de tarjetas con chip, están entre 25.000 y 45.000 dólares cada uno”, explicó Carlos Sultán, analista financiero.
Con información de Contrapunto.