Mientras el Gobierno despilfarra dinero en comprar armas para blindarse ante sus guerras y conspiraciones imaginarias, los niños de La Guajira venezolana reciben clases a la intemperie y en pleno sol.
El asistente de gestión social comunitaria en Maicao, Michael Adnner Rodríguez, reportó que no hay infraestructura escolar para que los niños indígenas reciban su formación básica.
“En pleno siglo XXI estos niños indígenas reciben clases a la intemperie”, indicó Rodríguez.
Aseguró que la mayor problemática del municipio fronterizo La Guajira es la desnutrición y la falta de instalaciones académicas, reseñó El Nacional.
“La institución escolar de la comunidad carece de salones y todo lo referente a los materiales educativos: tableros, pupitres, escritorios y útiles escolares”.
Michael manifestó que las clases se imparten con normalidad de lunes a viernes, pero no poseen un lugar constante para que los educadores académicos den clases con comodidad.
Es preciso recordar que el Gobierno, en su delirio de guerras e invasiones, lideró el renglón de compras de armamento en Latinoamérica durante 2015, y ubicó a Venezuela en el puesto 18 de países compradores de armas a nivel mundial.
Según el Instituto de Investigaciones de Paz de Estocolmo, Venezuela, país sumido en una crisis de desabastecimiento de alimentos y medicinas, gastó 162 millones de dólares en la adquisición de armamento, cantidad que pudo invertirse en programas sociales para mejorar la educación y aliviar la escasez de productos básicos.
Estos datos revelan las verdaderas prioridades del Gobierno, que solo busca garantías que le permitan perpetuarse en el poder.